Sobre los estudios:
Estudio de la Universidad de Tokio:
El primero de estos estudios se desarrolló en la Universidad de Tokio con ratas. La idea era monitorear el movimiento de sus cabezas con diferentes ritmos.¿Cómo se hizo?
- Para esto, se conectaron sensores de movimiento en la cabeza de 10 de estos roedores y 20 humanos.
- Se les pusieron versiones alteradas de la Sonata para dos pianos en Re Mayor, opus K488 de Mozart al 75, 100, 200 y 400% de la velocidad original, que tiene un tempo de 32 bpm.
¿Qué encontraron?
El equipo liderado por el Dr. Hirokazu Takahashi encontró que, en ambas especies, el movimiento se sincronizaba mejor entre 120 y 140 bpm, y que esta relación va decreciendo al acelerarse la música. El estudio probó, entonces, que la precisión para acoplarse al ritmo no depende de cada especie y sus tiempos particulares, sino del cerebro, cuyos tiempos de respuesta son similares entre todas las especies."Hasta donde sabemos, este es el primer informe sobre la sincronización innata del ritmo en animales que no se logró mediante el entrenamiento o la exposición musical" Indicó Takahashi.
Estudio del Centro para el Estudio de la Música en el Cerebro:
Se realizó con cachorros de focas de puerto y mostró que el desarrollo del sentido del ritmo está ligado al desarrollo del lenguaje. El estudio estuvo a cargo del Centro para el Estudio de la Música en el Cerebro del Departamento de Medicina Clínica en la Universidad de Aarhus y el Instituto Max Planck para la psicolingüística liderado por el profesor Andrea Ravignan.¿Cómo se hizo?
Se analizó la respuesta de 20 cachorros de foca frente a al sonido de diferentes llamados de foca con variaciones de ritmo y tempo, para ver si buscaban la fuente del sonido y qué tanto tiempo miraban hacia donde se originaba.¿Qué encontraron?
El estudio encontró variaciones en la respuesta de las focas según los diferentes llamados. Esto muestra que, igual que los bebés humanos, las focas -que son animales vocales como nosotros- responden de diferente manera a diferentes ritmos. Y si otros animales vocales como nosotros perciben diferentes ritmos, se aporta evidencia a la idea de que las habilidades vocales y el ritmo están interconectadas."Otro mamifero, aparte de nosotros, muestra el procesamiento del ritmo y el aprendizaje de la vocalización (...) Esto supone un avance significativo en el debate sobre los orígenes evolutivos del habla y la musicalidad humanas, que siguen siendo bastante misteriosos. Al igual que en el caso de los bebés humanos, la percepción del ritmo que encontramos en las focas surge en las primeras etapas de la vida, es robusta y no requiere ni entrenamiento ni refuerzo"Laura Verga, del Instituto Max Planck.Estos estudios muestran hallazgos muy interesantes sobre el ritmo y cómo se da en el reino animal, también sobre su importancia para el desarrollo de la comunicación en nuestra especie. Además de abrir un gran campo no sólo para entender las dinámicas de los elementos de la música y el cerebro, sino para la creación misma de la música y cómo puede influir en el desarrollo humano.